Policiales

Casi un cuarto de siglo después juzgarán al excamarista García Collins

El Tribunal Oral N°3 iniciará el próximo lunes un juicio por un hecho ocurrido en el año 1999 y en el que se acusa al excamarista Jorge García Collins de haber recibido dinero de Margarita Di Tullio para beneficiar con excarcelaciones a algunos de sus amigos presos.

Jorge García Collins, aquel camarista que debió renunciar tras quedar involucrado en escuchas telefónicas y recibir dinero de Margarita Di Tullio en el año 1999, será sometido a juicio esta semana por un Tribunal de Mar del Plata.

A casi un cuarto de siglo de que el mundillo judicial de Mar del Palta se conmocionara por los presuntos vínculos entre el camarista García Collins y la hampona conocida como “Pepita La Pistolera” llega a debate oral y público una causa que se creía destinada a perderse en algún cajón tribunalicio, y que ahora llevará adelante durante el proceso el fiscal Javier Pizzo.

A García Collins se lo acusa del delito de cohecho pasivo agravado ya que en septiembre de 1999 fue sorprendido recibiendo dinero de Di Tullio y una semana después trascendieron escuchas telefónicas en la que presuntamente negociaba excarcelaciones de tres delincuentes cercanos a la mítica regente de cabarets portuenses.

En el año 2005, luego de un largo proceso en el que principalmente se discutía la legalidad de esas escuchas, Di Tullio fue condenada a 3 años de prisión en suspenso por cohecho, causa resuelta en juicio abreviado.

Leer más: Toda la historia de Margarita Di Tulio

 

Sin embargo, la causa judicial contra García Collins derivó de juzgado en juzgado por una razón entendible: la mayoría de los jueces locales se excusaban de ser parte del proceso por cercanía, amistad o por otro motivo que pusiera en duda su independencia y autonomía.

Al mismo tiempo, su renuncia como camarista no impidió que avanzara el jury de enjuiciamiento en el que se lo consideró responsable en el año 2001. De todos modos, García Collins pudo conseguir su jubilación, aunque la causa penal se mantuvo vigente hasta el día de hoy.

El juicio comenzará el próximo lunes por el delito de cohecho pasivo agravado y durará no más de tres días. El defensor de García Collins será Mauricio Armagno y probablemente interponga en el inicio del debate un pedido de nulidad por violación al plazo razonable para juzgar a una persona.

Los jueces serán Federico Wacker, Juan Manuel Sueyro y Fabián Riquert.

Aquel caso impactante

En agosto de 1999, Margarita Di Tullio se ofreció como “informante” en la causa en la que se investigaba el descuartizamiento de una trabajadora sexual llamada María del Carmen Leguizamón (25). Este crimen formaba parte de la serie que se le atribuyó al “Loco de la Ruta”.

Frente a esa disposición para colaborar, el fiscal Carlos Pelliza, que investigaba los crímenes, aceptó algunas entrevistas informales que consistían en recorrer puntos de la ciudad que Di Tulio señalaba como de interés para el entramado del crimen de Leguizamón. El fiscal Pelliza, que siempre tenía una custodia policial encubierta siguiéndolo, comenzó a desconfiar de las intenciones de “Pepita” y aceptó la sugerencia del director policial de la investigación, Nestor Suhit, de intervenir su teléfono. La idea era saber si Di Tullio quería “ensuciar” la investigación para redirigirla lejos de su entorno.

Lo cierto fue que el 2 de septiembre, en una de esas salidas, Di Tullio pidió hacer una parada en el club Jara y de su interior salió García Collins, de impecable y vastísima trayectoria en la Justicia de Mar del Plata. Margarita Di Tulio llevaba una bolsa con dinero que Pelliza ya habría advertido.

El encuentro y el “pasamanos” fue delante de Pelliza y los policías que estaban a 50 metros, entre ellos el jefe Suhit. Dio la impresión que Margarita había montado todo aquello para tener testigos “calificados” de esa relación. García Collins recibió cerca de 5000 pesos o dólares.

Días después se conocieron las escuchas de la intervención telefónica. Entre ellas varias con García Collins en las que se hablaba de excarcelaciones y de dinero.

Toda esta situación y secuencia fue la utilizada por el Ministerio Público para la acusación.

En comunicación con LA CAPITAL, García Collins indicó este jueves que “sigo esta batalla a pesar de encontrarme con mi salud frágil por una cuestión de orgullo porque las cosas no fueron así”. Luego explicó, por primera vez a un medio periodístico, que “esa noche Di Tullio, a quien yo conocía de la escuela, llegó al club para ver a “Pepe” Fernández, porque necesitaba un abogado; “Pepe” era compañero mío en el equipo de bowling Palo 5 y como estaba jugando salí yo a recibirla. Nunca me dio plata”.

Por otro lado, García Collins sugirió que el proceso debería declararse nulo porque “mi declaración indagatoria fue irregular, ya que jamás me leyeron la prueba en mi contra”.

El excamarista adelantó a LA CAPITAL que si no se declara la nulidad de lo actuado se ofrecerá a declarar para que “se termine de una vez esta historia en la que me he visto involucrado”.

Vale decir que tras explotar mediáticamente los hechos. García Collins presentó la renuncia a su cargo y el 7 de octubre de 1999 Margarita Di Tullio fue detenida. Apenas estuvo presa hasta el 12, cuando luego de abonar una fianza de (justamente) 5.000 pesos quedó en libertad.

La causa tuvo muchos obstáculos, en especial relacionados con la validez de las escuchas, ya que habían sido obtenidas en el marco de otra investigación.

Finalmente, en julio de 2005 Margarita aceptó un juicio abreviado y recibió la misma pena que por el triple homicidio que había cometido en el año 1985 y que la había hecho “famosa”. Tres años de prisión en suspenso.

 

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